sábado, 28 de noviembre de 2009

Entrevista: Augusto Cury. Psiquiatra

“Los maestros deberían cobrar dos veces más y trabajar la mitad”
En nuestro país se ha propuesto reforzar la figura del profesor por medio
de leyes. ¿Usted cree que los docentes han perdido autoridad?
Los profesores en todo el mundo, no sólo en España, están perdiendo autoridad, pero esto no se puede achacar a los niños o adolescentes. Estos niños y adolescentes padecen un nuevo síndrome, que se llama Síndrome del Pensamiento Acelerado. Se han convertido en consumidores de productos y servicios, y no de ideas o sensibilidad. En el pasado, el volumen de información se duplicaba cada 200 años, ahora se duplica cada cinco años. Ese exceso de información conduce al desarrollo de ansiedad, irritabilidad. y a la falta de respeto de las reglas, pero una ley no resolverá el problema. Lo que se tiene que hacer es crear una educación más humanizada.
¿En esa transformación, ¿qué relación debería establecer entre alumnos y profesores? Una combinación entre autoridad y afecto. Es difícil encontrar el punto intermedio: o se tiene mucha autoridad y poca sensibilidad, o se tiene mucha sensibilidad y poca autoridad. En el caso de los padres falta en muchas ocasiones el intercambio de experiencias, un aspecto clave.

¿Y cuál debe ser la relación entre padres y profesores?
El enfrentamiento entre padres y profesores es la tónica general en todo el mundo. En todas las naciones hay
más agresividad: más agresividad entre padres y profesores, entre padres e hijos, y entre los propios alumno. Según distintos estudios, entre el 6% y el 40% de los niños o adolescentes de todo el mundo han sufrido en alguna ocasión algún maltrato psíquico o físico. Esto se debe a que la sociedad moderna se ha convertido
en un gran hospital psiquiátrico. Lo normal es estar irritado, nervioso, tenso, no tener paciencia, no colocarte en el lugar del otro. Lo contrario es lo anormal: ser empático, abrazar más, hacer de cada día un momento mágico..Sinceramente, me parece que muchos padres están preparando hijos enfermos para una sociedad enferma. Los buenos padres dan a sus hijos regalos, los padres brillantes dan a sus hijos su historia personal.
Los buenos profesores preparan a los alumnos para el éxito, los profesores brillantes preparan a los alumnos para los días más difíciles, para transformar lo negativo en energía creativa.
Los padres deben exponer os capítulos más importantes de su vida a sus hijos. Sus hijos deben conocer sus éxitos, pero también sus fracasos, sus frustraciones, para que construyan en su mente una imagen real de sus padres, desmitificándolos y creando un nuevo modelo: el de una persona que sufre, que lucha. para que los hijos puedan realizar sus sueños. Muchos padres se basan en manuales de comportamiento, de reglas, pero los manuales sirven para manejar máquinas, no personas.
Sinceramente, me parece que muchos padres están preparando hijos enfermos para una sociedad enferma. Los buenos padres dan a sus hijos regalos, los padres brillantes dan a sus hijos su historia personal.
Los buenos profesores preparan a los alumnos para el éxito, los profesores brillantes preparan a los alumnos para los días más difíciles, para transformar lo negativo en energía creativa. ¿Cómo? Las claves son varias: aprender a dar sin esperar algo a cambio, a entender que detrás de una persona que hiere hay una persona herida, no exigir demasiado a los otros y ser más flexible. Muchos líderes, muchas personas de éxito no sabe
comprobado en escuelas conflictivas de mi país, de Brasil. Junto a esas técnicas y otras, hemos logrado en tres meses que en estas escuelas ya no tengan que llamar a la policía cada día y que los alumnos muestren interés e ilusión por el conocimiento. Y este cambio no requiere grandes inversiones.
El fracaso escolar, el acoso, el ‘bullying’ son problemas antiguos y comunes a todas la sociedades.¿Por qué se les concede tanta importancia en la actualidad?
Es cada vez más habitual la crueldad entre niños y jóvenes y la falta de sentimientos ante el dolor de los demás. Hay una creciente falta de empatía, de ponerse en el lugar del otro. Es una de las funciones más importantes de la inteligencia y no está siendo trabajada. ¿Qué se debería hacer? Padres y profesores deberían acompañar a niños y adolescentes y mostrar la vida de las personas menos favorecidas: desempleados, ancianos, personas enfermas. Si no entrenamos a nuestros hijos centenares de veces en ello, esa capacidad no se desarrolla.
Produciremos así líderes que serán auténticos desastres, que mirarán sólo su propio ombligo.
No todas las personas podemos tener grandes carreras o grandes reconocimientos. ¿Cómo se puede enseñar en la sociedad del triunfo a vivir sin él? La sociedad actual está obsesionada por el triunfo, por el podio, por el número uno. Pero apenas algunas personas podrán llegar. Pero podemos ser el número 10, el número 100 o el número 1.000 con dignidad y felicidad, y eso se puede y se debe enseñar.
Por desgracia, la agenda paranoica de la sociedad estimula lo contrario.

1 comentario:

  1. yo tambien he llegado por mis propias conclusiones, que no podemos asimilar tanta información, que no estamos preparados para tantos cambios. pero tengo la esperanza de que como toda evolución, nuestro cerebro genere nuevas conexiones que nos permitan organizarnos de alguna manera en la caótica red de información en la que vivimos. ¿Donde nos adentrara esta nueva generación?. pienso que dentro del caos siempre hay un orden y sea como sea saldremos airosos, y quizas mas fuertes pues no hay mejor manera de ver la luz, que cuando uno está sumido en la profunda oscuridad.

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